La Teoría de la Carga Cognitiva (Cognitive Load Theory, CLT) fue desarrollada por John Sweller en la década de 1980. Esta teoría se centra en la manera en que la estructura de la información y las actividades educativas pueden influir en la carga cognitiva de los aprendices y, por ende, en su capacidad para aprender.
La teoría identifica tres tipos principales de carga cognitiva:
1. Carga Cognitiva Intrínseca:
Definición: Está relacionada con la complejidad inherente del material que se está aprendiendo y la cantidad de elementos interactivos que debe procesar el aprendiz. Es una característica del contenido en sí mismo.
Ejemplo: Aprender una nueva fórmula matemática que requiere entender varios conceptos interrelacionados.
2. Carga Cognitiva Extrínseca:
Definición: Se refiere a la carga cognitiva impuesta por la manera en que la información se presenta al aprendiz y por las actividades diseñadas para el aprendizaje. Esta carga es extrínseca al contenido y puede ser manipulada mediante el diseño instruccional.
Ejemplo: Una presentación confusa de la información, con demasiados detalles irrelevantes que distraen al aprendiz.
3. Carga Cognitiva Germana:
Definición: Está relacionada con el procesamiento cognitivo que contribuye a la construcción de esquemas y a la automatización del conocimiento. Esta carga es beneficiosa para el aprendizaje y debe ser maximizada.
Ejemplo: Actividades que fomentan la comprensión profunda y la práctica deliberada del contenido aprendido.
Principios claves de la Teoría de la Carga Cognitiva
1. Teoría del esquema: Los humanos procesan la información mediante esquemas, que son estructuras cognitivas que organizan y almacenan el conocimiento. La CLT sugiere que el objetivo del aprendizaje es la construcción de esquemas y su automatización.
2. Efecto de la división de la atención (Split-Attention Effect): La carga extrínseca aumenta cuando los aprendices deben dividir su atención entre múltiples fuentes de información. Para minimizar esto, se recomienda integrar todas las fuentes de información necesarias en una sola presentación.
3. Efecto de la redundancia (Redundancy Effect): Proporcionar información redundante puede sobrecargar la memoria de trabajo del aprendiz y dificultar el aprendizaje. Se debe evitar la presentación de la misma información de múltiples maneras innecesarias.
4. Efecto del trabajo de ejemplos (Worked-Example Effect): Los ejemplos trabajados (worked examples) son efectivos para reducir la carga cognitiva intrínseca y facilitar el aprendizaje. Al estudiar ejemplos resueltos, los aprendices pueden concentrarse en comprender los pasos y la lógica sin sobrecargar su memoria de trabajo.
5. Efecto del problema inverso (Problem Completion Effect): Completar problemas parcialmente resueltos puede ser más beneficioso para el aprendizaje que resolver problemas desde cero. Esto se debe a que se reduce la carga cognitiva extrínseca y se enfoca el procesamiento cognitivo en las partes más críticas del problema.
Implicaciones educativas
La Teoría de la Carga Cognitiva tiene importantes implicaciones para el diseño instruccional y la enseñanza:
Diseño de materiales didácticos: Los materiales deben ser diseñados para minimizar la carga cognitiva extrínseca y maximizar la carga germana.
Uso de ejemplos trabajados: Los ejemplos trabajados deben ser utilizados estratégicamente para facilitar la comprensión y la construcción de esquemas.
Evitar la redundancia: Evitar la información redundante y presentar la información de manera clara y coherente.
Manejo de la complejidad: Ajustar la complejidad del material de acuerdo con el nivel de conocimiento previo del aprendiz para evitar sobrecargar su memoria de trabajo.
En resumen, la Teoría de la Carga Cognitiva proporciona un marco valioso para comprender cómo el diseño de la instrucción puede influir en la capacidad de los aprendices para procesar y retener nueva información, destacando la importancia de considerar la carga cognitiva en el proceso educativo.
